sábado, 24 de diciembre de 2011

LOS GANDULES-CONCIERTO SALA GRUTA 77 18-11-2007

“Los que nos hayáis visto alguna vez, vais a ver la mismo de siempre. La misma mierda.
Pero en otro orden. Una misma mierda, pero revuelta”. Así de románticos estuvierón en su actuación
Tobo Gandul y Dun Gandul, o lo que es lo mismo, el grupo aragonés Los Gandules en la abarrotada sala madrileña Gruta ‘77.

De un buen puñado de bandas puede decirse, bien por su mediocridad, bien por sus ridículas pretensiones…
o directamente por la repelencia que inspiran que si no existieran no sería necesario inventarlas.

Engendro deparó grandes momentos con sus extraordinarias relecturas de hits de Juanes y Nino Bravo
Bien, éste no es el caso de este par de lunáticos de Zaragoza. Con una guitarra en las manos no desentonan,
hay que admitirlo, y de hecho dejan para el recuerdo multitud de buenas melodías y riffs, pero no,
Los Gandules no pasarán a la historia como los nuevos Led Zeppelin.

Claro que ellos no es lo que pretenden. Y los que sólo busquen derroches técnicos y exhibiciones musicales,
que no se crucen con ellos. Esta banda, a todas luces necesaria hoy en día entre tanta afectación de postín y aburguesada sensibilidad,
se limita a parodiar clásicos de la música, desde The Beatles o Pink Floyd hasta Queen pasando por Mecano o la banda sonora de Verano Azul.

Parapetados en atuendos pretendidamente ridículos y sentados en un sofá,
la audiencia se rinde ante el surrealista ingenio de Los Gandules.

Sin el sofá pero con un banco y con muchas dosis de cerveza, estos dos maños pusieron el Gruta ’77 patas arriba.

La aparición en escena ya fue apoteósica. Engendro, banda que tocó previamente,
ya había deparado momentos muy divertidos a la audiencia, con extraordinarias relecturas de hits de Juanes y Nino Bravo,
pero lo de Los Gandules es tan extremo y grotesco que empiezan a agotar todos los calificativos.

Dos horas de actuación

Impermeables, gafas de bucear, tubos para respirar, dos bañadores y dos alpargatas.
Ése fue el encantador aspecto que exhibieron Dun y Tobo para comenzar el show.

Con Los Escafandra, banda en la que se transmutan para dar rienda suelta a sus devaneos más electrónicos,
iniciaron el espectáculo, y de ahí al final, aproximadamente dos horas de divertidísima actuación.

Además de las canciones, Los Gandules dieron un recital de humor, y aremetieron contra el chotis, Melendi...
Además de repasar auténticos clásicos de la música española como Blas In Frac (Black Is Black,
Los Bravos), El Melón De Acero (Another Brick In The Wall, Pink Floyd) o Los Gandules Componen (Fernando, ABBA),
Los Gandules demostraron ser unos muy competentes humoristas.

Así, entre interpretación e interpretación, uno podía descubrir las técnicas urinarias del hermano menor de uno de ellos
cuando la familia salía de vacaciones, la forma de sobarle los testículos por parte de una entusiasta enfermera,
su fobia particular hacia el chotis y Melendi… en fin, todo un recital de humor.

Es posible que antes de morir todo aquel que presuma de amar el rock deba asistir a un concierto de Soundgarden,
de The Stooges o de Steve Earle.

Pues bien, todo aquel que ame el rock y, además, posea un mínimo de sentido del humor,
lo pasará en grande con un concierto de Los Gandules.

http://www.losgandules.net


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