miércoles, 20 de noviembre de 2019

ISASI-SINGLE-CANTANDOLE AL VIENTO 1968

Isasi (1968 - 1970).

Como confeso Alfonso, el serebro del grupo, a los Isasi la música les venía de sangre: su abuelo,
Andrés Isasi Linares, era compositor sinfónico, con premios y discos, y eso se trasmitió a los nietos,
de nacimiento vasco pero afincados en Zaragoza desde la infancia.

Fueron, salvando muchas distancias, claro, los Jackson locales y nacionales.
Cuatro hermanos - Alfonso, Ander, Jorge y Gonzalo - que cantaban en casa y componían y que,
tras grabar Massiel tres canciones de Alfonso, ficharon por RCA y editarón un single, el segundo disco,
junto al de Los Diablos Blancos, que salio de la escena zaragozana de los sesenta.

Realmente fue un grupo muy peculiar, no ta por el mero hecho de integrarlo cuatro hermanos
o de tocar guitarras españolas en vez de eléctricas, sino por la forma que funcionaron,
poco menos que en la clandestinidad, pero llegando a las multinacionales y a la prensa.


Ander lo explica asi hoy muy gratificantemente : ¨Fuimos un grupo fantasmagórico: nos conocian en todas partes , pero no actuábamos¨.
En efecto, el cuarteto solo salió a escena en una ocasión, concretamente
en octubre de 1968, en la sala Huarte de Madrid, acompañando a Massiel
en la presentación de un single con dos canciones propias de Alfonso: ¨La moza de los ojos tristes¨y ¨Mirlos, molinos y sol¨.
En aquella actuación tocaron, con el benjamín Gonzalo, de doce años aún,
con pantalones cortos, y cuando los vio un ejecutivo de la RCA,
dijo: ¨Estos no se me escapan, son para mi¨.
Y obviamente los fichó y enseguida, en 1968, sacaron el single con una portada realizada
por su propio padre, Ricardo Isasi Olascoaga, excelente pintor.

Par añadir más sangre familiar, una hermana, Ana, hizo coros en una de las dos canciones, ¨Cantandole al viento¨, junto a Juan Carlos Calderón, que fue también el encargado de la producción y digamos mentor
del cuarteto puesto que estaba deslumbrando con las composiciones de Alfonso.
La pieza se movía por el terreno poético y filosofal que entonces emergía en España,
una pieza de folk-pop con flautas y cuerdas muy sencilla y directa.
La otra canción ¨Mississippi¨, era un instrumental de corte clasico que nada tenía que ver con el pop en boga e entonces, pero muy original y en la que se adivinaba la huella del maestro Regino Sainz de la Maza,
del que Alfonso era un gran admirador y a quien dedicó el disco.
Precisamente a través de él, adquirían las guitarras españolas, que acompañaban con un bajo Hofner
como el de Paul McCartney y una batería Premier o quizá una Ludwig.

Alfonso el mayor, era ciertamente el verdadero cerebro del grupo aunque todos eran muy buenos instrumentistas. Además de para Massiel, compuso para Los Sirex tres canciones:
´Eva´, ´De aqui para alla´y ´Quiero ver a Dios´. Era de carácter timido y solitario, se encerraba en su
habitación a componer durante horas y luego Jorge, con dotes poéticas, hacía la letra. Ander, que había
estado en Fantasmas Negros, acompañaba a la batería y Gonzalo a la guitarra ritmica o solista.

Grabaron varias canciones más con RCA - ´En una tarde gris´, ´El reloj´...- pero, por discrepancias con la discográfica,
según afirma Gonzalo, no llegaron a editar.
Fue el fin de un singular conjunto nacido en Zaragoza que pasó horas y horas en los estudios de grabación
y apenas dos o tres en los escenarios. Y sin embargo, fue muy conocido, sobre todo en Madrid. Alfonso y Jorge murieron jóvenes.

Información y fotografias recogidas del libro ¨Polvo, niebla, viento y rock¨, de Matías Uribe.


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